Introducción:
Bienvenidos al blog de Market Audiovisual, nuestro directorio de profesionales audiovisuales en Chile. Hoy, queremos compartir con ustedes una conversación reveladora que ilustra por qué la producción de un video es más que solo presionar el botón de grabar. Esta historia, adaptada al contexto chileno, demuestra cómo el conocimiento, la experiencia y el equipo impactan en los costos de producción.
El Encuentro Revelador:
Hace poco, un cliente se acercó con una pregunta simple: “¿Cuánto cuesta hacer un video?” Respondí sin dudar: “Entre 2.500.000 y 4.200.000 pesos chilenos”. Su sorpresa fue evidente: “¿Tan caro por un video?”
Un Desafío Educativo:
Decidí tomar este momento como una oportunidad educativa. Le expliqué que, si creía que el trabajo valía solo 420.000 pesos, podría intentar hacerlo por sí mismo. “Pero… no sé cómo”, admitió. “Por 420.000 pesos, te enseñaré”, repliqué. Así no solo se ahorraría una suma considerable, sino que también adquiriría conocimientos valiosos.
La Realidad del Equipamiento:
Le detallé la necesidad de equipamiento profesional: cámaras, luces, micrófonos, trípodes, y mucho más, cuyo valor total asciende a decenas de millones de pesos. Ante su falta de recursos, ofrecí alquilarle mi equipo por un adicional de 1.260.000 pesos, más un depósito de seguridad de 840.000 pesos.
Compromisos y Capacitación:
Acordamos una capacitación para el uso del equipo, pero su disponibilidad limitada se topó con mi agenda ocupada. Esto resaltó otro aspecto importante: la producción de video también implica sacrificios y gestión del tiempo.
Costos Ocultos:
Además, le recordé los costos no productivos como seguros y combustible, desvelando así las múltiples facetas y gastos asociados a la producción de un video.
La Decisión Final:
Tras considerar todo el esfuerzo y tiempo requerido, incluyendo unas 20 horas de edición, el cliente concluyó que era mejor dejarnos hacer el trabajo. Aceptó pagar los 2.500.000 pesos, reconociendo que hacerlo por sí mismo no solo sería imperfecto, sino que también más costoso.
Conclusiones:
Este intercambio resalta la importancia de valorar el trabajo audiovisual. Al contratar profesionales, no solo pagas por el equipo, sino también por:
- Conocimiento y experiencia.
- Servicios de calidad.
- Tiempo dedicado a transporte, montaje y desmontaje.
- Profesionalismo y precisión.
Reflexión Final:
En nuestro directorio Market Audiovisual, entendemos y respetamos la complejidad de la producción audiovisual. Este relato es un recordatorio de que detrás de cada video hay un mundo de habilidades, dedicación y recursos. Esperamos que esta historia ayude a nuestros clientes y colegas a apreciar el verdadero valor del trabajo audiovisual en Chile.
Invitación:
Te invitamos a explorar nuestro directorio y descubrir a los profesionales que pueden convertir tus ideas en realidad, con la calidad y profesionalismo que tu proyecto merece.